Merlina Morada se para casi todo los fines de semana en la calle de postas en Madrid, se posa encima de dos cajones de cerveza camuflados por una tela morada, y se mueve al ritmo de cada monedita que cae en su cacharro. Merlina suspira en cada foto, en cada comentario, en cada mirada de ese ojo externo que la observa, le comenta, le pregunta le sonríe, le abraza, Merlina no deja de suspirar, se llena de toda esa gente que camina, y siente que alegra aunque mas no sea un poco a cada transeúnte, y esta atenta a todos los sonidos, a todas las miradas, y escucha, sobre todo escucha, cada comentario insólito. Merlina no existe sin su publico que la mira, Merlina no existe sin ese niño que le sonríe, sin ese bebe que se asusta, sin es esa viejita que la abraza, sin es chico que le da un beso, sin esa pareja que se enternece, sin esos chicos que la molestan, sin esa familia que la aplaude, sin ese viejo casaca rabia que se queja de ella, sin ese perro que le ladra, sin esa chica curiosa que le toca el brazo para ver si es de verdad, Merlina no existe sin ellos! y por eso suspira, y le agradece al mundo donde habitan todos estos seres que sin saberlo terminan siendo aún mas llamativos que ella.
